Elevar la consciencia con tu mente cuántica
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¿Qué ocurre en el cerebro para que cada uno de nosotros tenga la capacidad de pensar y sentir? ¿En qué momento adquirimos el sentido del yo? ¿Dónde reside nuestra alma? ¿De dónde provienen nuestros pensamientos?
El funcionamiento del cerebro y el papel de la mente siguen incitando mucha curiosidad, ya que son un gran misterio que la ciencia aun no ha podido desvelar. Desde hace siglos, psicólogos, biólogos, genetistas y neurocientíficos estudian el cerebro, lo diseccionan, analizan y miden para comprender más acerca de él.
Diferencias entre conciencia y consciencia
No cabe duda de que somos muchos más que huesos, músculos, tejidos y células. Poseemos consciencia y conciencia, términos que muchas veces se usan indistintamente aunque tienen distintos significados, y esto es lo que nos hace realmente “humanos”.
La conciencia nos permite discernir los actos, pensamientos y situaciones qué son correctos, nos permite distinguir entre el bien o el mal. La conciencia es lo que te impide hacer algo determinado por ética.
Mientras que la consciencia no está relacionada con la moral, sino que es el darse cuenta de estos pensamientos y actos, es decir, de la realidad interna de cada persona. Es el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno.
La consciencia es la capacidad que tiene un ser humano de conocerse a sí mismo, así como toda la realidad que le rodea. Este viaje al interior del que tanto me gusta hablar en mis artículos. Por lo tanto, mi mayor interés es que tu consciencia se amplíe y eleve gracias al autoconocimiento y la observación del mundo interior y exterior que te permite la meditación.
No existen pruebas concluyentes sobre el origen de nuestra consciencia, aunque sí muchos estudios científicos, teológicos, sociales y espirituales alrededor. Ha existido un cierto consenso científico que entiende que la consciencia surgió durante la evolución biológica, es decir, una adaptación beneficiosa que aporta una ventaja evolutiva a las especies conscientes.
La inteligencia humana para elevar la consciencia
La inteligencia nos diferencia de otras especie, ¿pero de donde viene y qué es la inteligencia? La inteligencia del ser humano se ha desarrollado para crear una representación cada vez más sofisticada del exterior. El cerebro hace cálculos muy complejos para acceder a la información consciente y trata mucha información de las que NO somos conscientes.
Lo que vemos continuamente es una reconstrucción de la realidad exterior. El cerebro nos da la ilusión de que percibimos el mundo y no su interpretación.
Tú no eres tu apariencia, lo que tienes, tus logros, etc. Si te quedas presa de tus sentidos, no podrás elevar tu consciencia. Nuestra esencia está debajo de todas estas capas, todas ellas relacionadas con el ego, la personalidad atribuida desde la mente. Tú no eres lo que te has creído que eres. Es ahí donde radica la importancia de la introspección. ¡Te debes volver consciente!
Tu cerebro es una máquina biológica compleja que se transforma según su actividad y se van grabando conexiones nerviosas. Es un órgano como el resto que se puede entrenar a través de la meditación. Si entrenas el cerebro desarrollarás determinadas capacidades y podrás elevar tu consciencia.
Para estar presente, la meditación es la mejor aliada. Observa el mundo para comprenderlo y poder evolucionar. La mente es una herramienta muy poderosa que puedes utilizar a tu favor. Eres el narrado de tu película, la voz de tu consciencia.
La ciencia y la consciencia
¿Qué dice la ciencia sobre este yo que constituye la consciencia?
La mente es el intercambio de información y estímulos entre nuestro cuerpo y el mundo que nos rodea. Estamos hechos de materia, de moléculas, pero es materia organizada de manera compleja. Para los científicos, la consciencia surge de la actividad compleja de miles de conexiones neuronales al entrar en contacto con el cuerpo, el entorno y el cerebro.
Se dice que nuestro cerebro es como una computadora biológica con millones de neuronas que producen redes complejas de información. Nuestras neuronas se comunican a través de las sinapsis segregando neurotransmisores. Dos científicos, el doctor Stuart Hameroff y el físico matemático, Roger Penrose, han trabajado desde 1996 en lo que llaman “teoría cuántica de la consciencia”.
Ellos establecen que el alma se localiza en unos microtúbulos dentro de las células cerebrales. Según ellos, estas estructuras son como canales para transferir la información cuántica responsable de la consciencia.
La consciencia es como una imagen de ti mismo/a que te refleja permanentemente y procede de lo que percibes a tu alrededor a través de tus sentidos, pero solo pueden capturar lo que ya tienes almacenado dentro. Es como un filtro. Es tu propia historia, distinta a la que interpreta el resto. Te cuentas fábulas sin ser consciente. Creas la ficción de tu vida.
Se ha estudiado el cerebro de varios expertos meditadores para analizar los cambios en sus cerebros. Se ha podido observar cómo a través solo del pensamiento se consigue cambiar la complejidad del pensamiento de un 20% a un 30%.
Por lo tanto, la ciencia redescubre poco a poco que ciertas prácticas de la mente tienen una acción real sobre el cerebro. El cerebro puede modificar su propia forma de funcionamiento y solo con el pensamiento. ¿Dónde está el puesto de control que genera estos cambios y por qué parece tan inasequible? No hay puesto de control según la neurociencia que nos hable de un flujo de consciencia dinámico y cambiante.
La consciencia está unida a la actividad del cuerpo en continuidad con el mundo que te rodea, pero tienes el poder de maniobrar y modificar la historia que te cuentas. No existe un yo separado, aislado del mundo que decide, sino una red de relaciones muy complejas. Tu consciencia es a la vez un cuento singular y colectivo .
Todo cambia al ser observado, por lo que no podemos percibir la realidad tal cual es, no hay nada “objetivo”.
“Lo que observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de cuestionamiento” Heisenberg
Según varios físicos, el cerebro tiene un comportamiento cuántico y la física cuántica ha demostrado que el observador modifica el comportamiento de las partículas subatómicas, de la que todo y todos estamos compuestos. Esto significa que no puedes captar la realidad de forma objetiva, sino que la transformas al observarla según la información ya contenida en tu cerebro que la interpreta según esos códigos ya establecidos.
En definitiva, posees una mente cuántica que te permite interpretar todo lo que pasa a tu alrededor. Esta interpretación se da según los patrones mentales que hayas almacenado a lo largo de los años, de ahí la importancia de conocerlos y modificar los que te estén obstaculizando lograr tus sueños.
Tú tienes el poder de transformar tu realidad a través de tu mente cuántica y elevar tu consciencia hacia planos superiores. Puedes aprender a dirigir el efecto observador para colapsar las ondas de probabilidad en tu realidad. Todo lo que existe en tu realidad física está como puro potencial, así que usa tu mente a tu favor.
Desarrolla una mente cuántica poderosa gracias a la meditación, conoce tu interior para transformar tu exterior. Une lo que piensas, dices y sientes para generar una huella electromagnética que modifique los átomos de tu realidad. La coherencia es la clave.
La mayoría de las personas están pensando en sus problemas en lugar de pensar en las posibilidades. Joe Dispenza
Hay infinitud de huellas electromagnéticas en potencia (abundancia, salud, relaciones, trabajos, etc.) que ya existen como un patrón de frecuencia de energía esperando a ser liberados por ti. Conviértete en un imán de situaciones positivas que te acerquen a tu vida soñada.
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Excelente artículo, hace dos años que medito diariamente y los resultados son asombrosos. He aquí un poema que he hecho y quiero compartir.
Es el arte del que observa,
Y en silencio se conserva,
En la paz de su misión,
Nada oye, no hay canción.
Solo existe un corazón,
Nadie tiene la razón.
El amor más verdadero,
Y el placer más duradero,
Es de aquel que no se irrita,
Y con compasión medita.
Saludos!