
Acerca de mí
Me gustaría presentarme para que sepas quién está detrás de esta web. Mi nombre es Belén Sambucety y estoy muy feliz de encontrarme contigo en el camino.
Desde muy niña siempre he sido una persona muy curiosa y me he cuestionado muchas cosas, pero no fue hasta hace unos años y a raíz de una crisis que necesité parar y observar dónde estaba y cómo había llegado hasta allí.
Una vez dejé de lado el victimismo, el buscar culpables fuera y la insatisfacción por una vida aparentemente vacía, fue entonces cuando busqué respuestas en mi interior para hallar la paz y volver a sentir la conexión con mi esencia.
Mi mente inquieta buscaba respuestas a la propia existencia y al sentido profundo de vivir esta experiencia. Por ello, me convertí en una consumidora incansable de libros, conferencias, cursos y todo tipo de formaciones que me ayudaran a entender el funcionamiento del cerebro y el corazón para conseguir una mayor conexión con el SER.
Este camino de introspección, que empecé hace algunos años y que no tiene fin, fue sin duda, vital para mi propia evolución espiritual. En el momento que los cambios empezaron a ser visibles, a veces mágicos y llenos de milagros, fue cuando decidí consagrar mi vida a ayudar a otros a encontrar su propia luz, a redescubrir su verdadera naturaleza, quiénes son realmente detrás de todas las máscaras, y encontrar la felicidad auténtica en su alma.
La indagación personal, ese viaje al interior y el agradecimiento diario, fueron los pilares que me ayudaron a mí a valorar este regalo que es la vida. Eso mismo es lo que te quiero transmitir a ti a través de mi blog, mis formaciones y recursos gratuitos.
Me encantaría que tú también recordases que eres merecedor o merecedora de una vida plena y feliz, lejos de los condicionamientos, patrones mentales e ideas que nos han insertado. Por esta razón, es necesario vaciar la mente de viejas creencias limitantes para recibir de nuevo los códigos de información acordes al ser maravilloso que eres.

El regalo de aprender a meditar es el más grande regalo que te puedes dar en esta vida”. Sogyal Rinpoche
Todos somos seres espirituales, solo que hemos olvidado nuestra esencia, y cuando “volvemos a casa” sentimos esa conexión y esa paz con nosotros mismos. Yo volví a experimentar la calma tras la tormenta, gracias a la meditación, la gratitud y la observación de mi yo interior.
A medida que seguí indagando en todo lo relacionado con el cerebro, los procesos mentales y la salud energética, me topé con los principios de la física cuántica. Hace ya años que Einstein demostró que todo lo que vemos y todo lo que somos está compuesto de energía, aparte de materia, y que además, estamos interconectados por una inmensa red energética. Cada acción individual tiene consecuencias para el colectivo.
Este concepto es muy difícil de comprender, pues contamos con unos sentidos muy limitados, que no nos permiten percibirlo directamente. Sin embargo, considero necesario crear conciencia alrededor de este punto y no mirar hacia otro lado ante esta realidad. Mis acciones y tus acciones provocan cambios en las vidas de otras personas, tanto para bien como para mal. Por eso es importante cuidar la energía que desprendemos.
Por otra parte, los principios energéticos de la física cuántica auguraban una medicina integral que, desgraciadamente a día de hoy, aún no se han integrado en las consultas. Todavía prevalecen los principios mecánicos newtonianos, contrarios a la medicina holística einsteniana. No se reconoce del todo la influencia de nuestras emociones y pensamientos en nuestra salud.
La energía de nuestros pensamientos, traducidos en emociones, influyen en el “estado energético” de nuestras células. Descubrí cómo había estado “maltratando” mi cuerpo por medio del estrés y del miedo, lo que había dado origen a una enfermedad autoinmune.
En resumen, el estrés me condujo a un estado mental y físico “roto”, y para recomponerme dediqué tiempo a recoger y volver a unir los cachitos de mi ser. Para ello, la meditación fue la gran protagonista. Este es un regalo que quiero compartir contigo ?.
Belén Sambucety