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Entrevista A Juan De Dios Carrascosa

Entrevista a Juan de Dios Carrascosa

En esta entrevista nos centramos especialmente en el concepto del “Libre Albedrío”, donde Juan explora en profundidad lo que implica para cada uno de nosotros.

Juan de Dios Carrascosa es pensador, divulgador, escritor y orador. Desde muy joven y a raíz de una crisis existencial, la noche oscura del alma, empezó a investigar por su cuenta para buscar respuestas. Es un apasionado de la ciencia, especialmente de la cuántica, y se dedica desde hace muchos años a compartir a la humanidad su conocimiento para crear más conciencia.

¿Qué es el Libre Albedrío?

En palabras del propio Juan “El libre albedrío es un regalo impresionante, el mejor regalo que has estado utilizando siempre. Es algo sagrado. Nadie se atreve a burlarlo a menos que tú des el permiso. Todo lo que te sucede en tu vida, lo decides tú a través de tus creencias.

Juan nos explica que no encontramos tan imbuidos en nuestra vida que creemos que todos piensan de la misma manera y sin embargo, no existe la verdad total y absoluta. En realidad, la única verdad es que cada uno tiene la suya propia, dependiendo de sus pensamientos, sentimientos y acciones.

Hacer consciente lo inconsciente con el Libre Albedrío

Ya se sabe que el 95% de las creencias están almacenadas en la parte subconsciente, la cual funciona por ahorro de energía para poder realizar las cosas de manera automatizada, como por ejemplo, la propia conducción de un vehículo. Por eso, él nos dice que el secreto es hacer consciente lo inconsciente.

Mucha gente asume que no dispone del libre albedrío porque su vida no es como quisiera, y sin embargo, cada uno tiene la libertad de elegir las situaciones que experimenta o los cambios que quiere ver. Cada uno da o no el permiso a través de sus creencias.

Libertad de elegir desde el Libre Albedrío

En estos momentos que estamos viviendo, las creencias, como el miedo que se palpa en el ambiente, son las que abren la puerta hacia la realidad que vivimos. “El miedo abre la puerta para que recibas lo que temes”.

La forma de control más utilizada es el miedo. Si atemorizas y llenas de desinformación a la población tienes asegurado el control al imponer la duda.

La vida no es lo que sucede, la vida es cómo tú te tomas lo que sucede” Esta es la clave según Juan para generar el cambio. Esto quita y da el poder.

Juan continua afirmando “Si tú ves, escuchas o sientes algo, que sea algo que quieras que se proyecte en el futuro, de lo contrario, no lo veas, no lo oigas, no lo hables porque lo proyectarás en tu realidad. Puedes empapelar tu casa de pensamientos positivos y no te va a valer de nada si no está acompañado de la emoción”. Donde uno pone la atención en forma de pensamiento pone su emoción y eso es lo que se proyecta en el futuro.

Juan nos invita a realizar el siguiente ejercicio: “Si estás viendo una noticia, reflexiona si te hace sentir bien y te gustaría vivirla en el futuro, si es así disfruta, pero si la respuesta es negativa deja de verla”. La idea es siempre estar en el presente viendo y sintiendo lo que queremos ver proyectado en la realidad futura.

Debemos cuidar no solo la alimentación física, sino también el alimento que añadimos a la mente. Por esta razón, es importante dejar de lado la basura mental y espiritual.

Somos energía

Juan nos explica que hace muchos años que la cuántica demostró que somos energía además de materia, por lo que queda claro que solo muere el cuerpo, mientras que nuestro avatar que lo habita se transforma como la propia energía que ni muere ni se destruye.

Y continua exponiendo que la gente está “dormida” por desconocer que hay mucho más que aquello que vemos en el espejo. Todos tenemos un gran poder en nuestro interior. La materia es fácil de controlar, pero nuestro espíritu no.

Nosotros tenemos la capacidad de modificar nuestro propio ADN por medio de nuestra propias creencias. En general, ignoramos nuestro extraordinario potencial. Nunca hemos dejado de utilizar nuestro libre albedrío, pero algunos de manera inconsciente.

Las herramientas del miedo, la duda y la falta de información son utilizadas para movernos a hacer ciertas cosas aunque sean contrarias a nuestro criterio y deseo. Sin embargo, nadie nos puede obligar, ya que somos nosotros mismos los que nos dejamos arrastrar inconscientemente.

El amor es la llave maestra para la felicidad

Juan añade la frase de uno de los maestros “Amarás al prójimo como a ti mismo” para hacernos entender que nunca podemos amar a nadie, más de lo que nos amemos a nosotros mismos. Si no aprendemos primero a amarnos, no podremos amar al resto.

Cuando uno se siente feliz, todo lo demás viene de la mano. Juan sostiene que “La felicidad no es una estación a tantos kilómetros, la felicidad es un camino no un destino. Uno debe centrarse en aquello que le apasiona. Venimos aquí para ser felices. No hay nada más que aprender en esta tierra más que a ser felices. La misión de cada uno es ser feliz”.

La vida física es efímera y la energética es eterna. La vida es sencilla, pero somos nosotros los que la complicamos. Juan nos dice “No te dejes llevar por la materia, por el ego, y elige con tu poder tus pensamientos y sentimientos para dirigirte a la felicidad y no al miedo. El señor de la energía, que eres tú, debe dar un paso adelante y elegir. Cuando tú te miras en el espejo solo ves la materia y no la totalidad. El mundo es mucho más de lo ves. Es un campo de enseñanza y prácticas lleno de amor, felicidad, abundancia, humor, prosperidad, luz, armonía y hermandad”.

Él nos explica además que la mente es la guía, es decir, el pensamiento en acción y, lo físico es solo un resultado de las creencias. “¡Se ha acabado la época de sufrir! Y el ser humano todavía se resiste. Se ha acabado la época de padecer, de la arrogancia, del egoísmo, del victimismo, del egocentrismo para dar paso a la edad dorada!”.

Cambios en todo el sistema solar hacia la edad dorada de la humanidad

Juan continua exponiendo que todo el sistema solar está cambiando. Nos argumenta que se ha acabado el mundo de estar en la cabeza para bajar al corazón, lo cual requiere muchos cambios. “El cerebro es como una gran sala de control que solo la manejan dos, tu energía o tu ego”. El ego conduce a la inconsciencia basado en el pasado de todo aquello que aprendió, pero para que surjan cosas nuevas debes ser uno mismo el que dirija la mente a aquello que le hace feliz.

Juan sostiene que “Este mundo es para ser felices y cada uno desde su libre albedrío debe encontrar lo que le hace feliz”.

Ante la duda de una de las asistentes sobre el cambio climático, Juan indica cómo los estudios de Richard Hogan y David Wilcock mostraron que los cambios estaban sucediendo a nivel del todo el sistema solar, no solo en la tierra. La frecuencia Schumann o llamada latido de la tierra, demuestra que la resonancia estaba subiendo. El sol está lanzando explosiones solares muy potentes.

Ya los mayas predijeron que el 12.12.2012 se darían cambios. El sistema solar salió de una zona de la galaxia donde apenas había nada hacia una zona con muchas partículas de luz que van recargando al sol, generando cambios de temperaturas y evolución en todo el sistema solar. Todos los escritos ancestrales hablan sobre estos cambios, sobre cómo la tierra viviría un cierto caos y luego pasaría a vivir la edad dorada de la humanidad.

Juan afirma que “No hay vuelta atrás, las radiaciones solares no van a parar. Estamos en pleno cambio! Estamos cambiando de conciencia, estamos cambiando a la quinta dimensión que se guía por el corazón dejando atrás esta tercera dimensión guiada por la mente. Entre medias hay una cuarta dimensión que no le interesa esta transformación”.

Ejercicio y conclusiones para fortalecer el Libre Albedrío

Nos incita al siguiente como ejercicio para practicar los próximos 90 días y generar grandes cambios: “Adiestra tu mente para ver lo mejor de cada situación y lo mejor de los demás porque todo sucede por algo. Investiga y encuentra eso bueno en todo y todos, y en ti mismo”.

Juan acaba la entrevista con un símil. Nos dice que la pantalla del cine es la vida física, mientras que la sala de máquinas es desde donde se cambia la película. Cada uno de nosotros puede cambiar, y nos cuestiona por qué no nos “pre-paramos” para cambiar. “ Te “paras” y te separas de la emoción para no involucrarte, visualizas desde el patio de butacas para diferenciar si te gusta la película que estás viendo y si no te gusta, desde la sala de máquinas, ese proyector que representa tu mente, puedes cambiar la proyección”.

A modo de conclusión y cierre de la entrevista nos dice “Tenemos que alimentarnos de lo que nos nutre y no de lo que nos da miedo. Cuando uno entiende su libre albedrío, se da cuenta que nadie le puede dañar”.

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