Cuerpo – mente – alma, somos seres multidimensionales
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Se dice que los seres humanos estamos constituidos por la trilogía, cuerpo-mente-alma. Se entiende que estas tres partes conforman el todo y se necesitan todas ellas para existir como seres completos.
Veamos cada una de las partes por separado para entender las funciones de cada una.
El cuerpo
Con respecto al cuerpo no hay mucho que aclarar, es la parte física que podemos percibir por medio de nuestros sentidos. Esta es la parte más evidente y por lo tanto, necesita pocas explicaciones.
Las enfermedades aparecen en este plano. Por esta razón, debes prestar atención al tratamiento que das a tu cuerpo y lo que introduces en él, especialmente la alimentación y la bebida.¿Cómo tratas tu cuerpo?, ¿cómo lo estás configurando?
La evolución del cuerpo depende de los nutrientes que le das, por eso es necesario tener en cuenta las elecciones que haces a la hora de comer y beber, ya que la energía y las frecuencias vibracionales varían en gran medida dependiendo de un alimento o una bebida en particular.
La mente
Por otra parte, la mente es la que dirige tu cuerpo. Sin la mente el cuerpo sería un objeto inerte, ya que controla todas las funciones vitales del organismo, como la respiración, los latidos del corazón o la digestión. Pero la mente desempeña un papel fundamental en muchísimos más aspectos de la vida humana.
La mente procesa los movimientos de las articulaciones para desplazarse de un sitio a otro, produce pensamientos, toma decisiones, genera emociones, designa soluciones a problemas y en definitiva, es la encargada de crear la realidad que experimentas.
Gracias al poder de tu mente, diariamente eliges situaciones y posibilidades que condicionan tu futuro. Esto quiere decir, que a través de tus pensamientos y emociones, creados a partir de la mente, eres el auténtico creador de tu realidad. Por lo tanto, tu vida no está determinada por la suerte o el destino, sino que es una cuestión de actitud.
El alma
Finalmente, tenemos la parte más intuitiva, el alma o conciencia. Es la última parte de la trilogía que va más allá del plano físico y de nuestros sentidos. Por eso, también es la más polémica de todas, ya que la ciencia aun no ha podido descifrarla. Sin embargo, gracias a los avances de la física cuántica existen varias teorías, aunque aun no totalmente probadas.
Nuevo modelo de conciencia
Un nuevo modelo de la conciencia nace de la mano de dos físicos, Roger Penrose y Stuart Hameroff, la “reducción objetiva orquestada”. Según este modelo, la conciencia o alma tiene su origen en actividades cuánticas en el interior de las células, especialmente en las neuronas cerebrales.
El entrelazamiento cuántico neuronal concibe la conciencia, como información dispersa en todo el universo, en lugar de estar en exclusiva dentro del cerebro humano. Este modelo apoya la teoría del todo y que por tanto, todos estamos conectados por medio de un tejido energético.
Según esta teoría, el cerebro humano sería el receptor y no la fuente de la información, algo que no es nuevo para la filosofía oriental. Pero, como ya he mencionado, esto es todavía un misterio para la ciencia.
El alma crea las situaciones, la mente elige entre ellas, y finalmente el cuerpo las experimenta. Ramón Campayo
Desde el punto de vista espiritual, para conectar con tu alma y hallar tu camino, es necesario encontrar tu misión de vida. En este momento, te pueden plantear las grandes preguntas filosóficas de la humanidad; ¿quién soy realmente?, ¿a qué he venido a este mundo?
Para poder acceder a la información guardada en tu alma y volverte más consciente, debes aprender a desconectar tu mente, la cual quiere controlarlo todo, para recordar tu verdadera naturaleza y el propósito que has venido a cumplir en este plano terrenal.
Mediante la meditación, puedes silenciar tu mente y escuchar tu interior, esa voz intuitiva que todos tenemos dentro. La práctica meditativa te permite conectarte contigo mismo, explorar tus emociones y descubrir tu plan divino.
En definitiva, es necesario crear un armonía entre cuerpo-mente-alma, es decir, la forma en la que te expresas, piensas y sientes. Las palabras, los pensamientos y las acciones deben estar perfectamente alineados para ver manifestado lo interno hacia fuera, es decir, tus sueños en tu realidad.
De esta manera, vas a descubrir tu capacidad de creación y tu fuerza interior, dejando atrás el victimismo que anula tu posibilidad de elección ante las situaciones que se te presentan.
Atrévete a soñar y visualiza una nueva vida. Recuerda que no existen límites más que en tu mente.