Epigenética – no eres víctima de tus genes
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Descubrimientos recientes permiten derrumbar viejas creencias sobre la propia biología del ser humano. Algunos avances científicos ofrecen una nueva visión del funcionamiento interno del cuerpo. En el día de hoy, quiero hablarte sobre lo que se conoce por Epigenética.
Nacimiento de la Epigenética
Estudios entorno a las células tumban la idea de que los genes heredados te condicionan de manera permanente. En otros tiempos, se pensaba que el ADN era el único encargado de la apariencia física, los comportamientos y las emociones de un individuo. En la actualidad, las investigaciones epigenéticas han determinado que el entorno puede cambiar los genes. Estas rectificaciones causadas por el medio ambiente, la alimentación o el propio estrés, se pueden transmitir a las siguientes generaciones, de igual manera que el propio ADN.
Los hábitos adquiridos y el estrés sufrido por tus ancestros, también influyen en tus genes. De ahí, los estudios de los árboles genealógicos, donde se verifican las herencias familiares formadas por los genes y los marcados genéticos.
El genoma humano
Los estudios sobre el genoma humano son los que han permitido estos hallazgos tan sorprendentes y han acabado con el determinismo genético del pasado. Tus genes están presentes dentro de las células, pero se activan dependiendo de las influencias del entorno. Estos hallazgos se han convertido en una verdadera revolución biológica.
Por ejemplo, dos gemelos idénticos, con los mismos genes heredados de sus progenitores, pueden presentar cambios físicos muy diferentes el uno del otro, a lo largo de su vida. Puede que uno desarrolle una enfermedad grave, mientras el otro goce de una salud de hierro. Las experiencias y los hábitos de cada uno de ellos, pueden producir alteraciones en sus genes. La herencia de sus padres no condiciona totalmente su futuro, sino que las decisiones y vivencias de cada uno van modulando su genética, la cual también pasará a su descendencia.
Se cree que el verdadero cerebro de las células no reside en el núcleo, sino en su membrana, la cual recibe diversas señales del exterior que se traducen en comportamientos.
Hasta ahora, la medicina newtoniana ha concebido el cuerpo como una máquina, y por lo tanto, ha atendido las enfermedades y los síntomas de cada parte del cuerpo de manera independiente. Los fármacos se dirigen a una zona u órgano en concreto. Sin embargo, se producen efectos secundarios en otras partes. Actualmente, con los progresos de la ciencia, se está comprobando que el organismo es mucho más complejo y que todos los órganos, células y partes del cuerpo están interconectados.
Diseñamos nuestra biología
Poco a poco, gracias a estudios como la epigenética, somos testigos de la transformación en la forma de concebir nuestra biología. Cada vez, está más aceptado que los pensamientos y las emociones afectan a la salud del cuerpo, y que los propios genes pueden modificarse gracias a un entorno saludable. Por ejemplo, se ha constatado que si se colocan genes enfermos en un ambiente sano, estos tienen la capacidad de sanar.
En consecuencia, la respuesta emocional ante las situaciones del exterior afecta a tus genes. Vivir la vida con relajación y paz interior, te aporta beneficios no solo físicos y mentales, sino también a nivel celular.
No son las hormonas ni los neurotransmisores producidos por los genes los que controlan nuestro cuerpo y nuestra mente; son nuestras creencias las que controlan nuestro cuerpo, nuestra mente y, por tanto, nuestra vida. Bruce Lipton
No eres víctima de tus genes
Esta información confirma que no eres una víctima de tus genes, sino que eres un co-creador de tu realidad. Tu membrana celular funciona como una gran biocomputadora donde se pueden alterar los datos almacenados. Tienes la capacidad de editar y reescribir tus genes para tener la vida que quieres.
La práctica de un deporte, una buena alimentación, unas relaciones sociales beneficiosas y unos hábitos saludables en general, dan lugar a marcas epigenéticas favorables. En contraposición, las relaciones tóxicas, el estrés, la contaminación y una nutrición pobre, pueden modificar estas marcas de una manera desfavorable.
Estos extraordinarios descubrimientos manifiestan tu capacidad de ejercer control en todos los aspectos de tu vida. A partir de ahora, también puedes pensar qué clase de legado quieres dejar a las generaciones venideras. Puedes enfocar tus intenciones en activar y anclar los genes de la felicidad. Para ello, es necesario que te responsabilices de tus actos, conductas y pensamientos. Cuando tu mente cambia, afecta a tu biología.
Coherencia entre pensamientos, sentimientos y palabras
Si constantemente tus palabras contradicen tus pensamientos, se crea un conflicto interno. Por eso, es esencial alinear la manera en la que sientes, piensas y haces, para modificar tu bioquímica de manera positiva. Todo debe estar en coherencia.
Te invito a que cierres los ojos por un momento y observes tus pensamientos (mente), las sensaciones (cuerpo) y los sentimientos (alma). Te puedes hacer las siguientes preguntas y en silencio responderlas: ¿qué diálogo interno mantienes durante el día?, ¿cómo te sientes en este momento?, ¿qué señales te envía tu cuerpo?, ¿te gustaría cambiar en algún ámbito de tu vida?
El determinismo genético ha dado paso a esta revolucionaria visión de la herencia. Con este cambio de paradigma, dejas de ser la víctima de tus genes para convertirte en el dueño de tu actividad genética. Anteriormente, se creía que muchas de las enfermedades eran de origen hereditario, pero actualmente se habla solo de un 3% transmitido por los genes, frente a un 97% relacionado con el estilo de vida de la persona. Tus pensamientos afectan a las células. Si cambias tus creencias, puedes desarrollar una vida plena y sana.
En definitiva, no eres una máquina bioquímica manejada por tus genes, sino el protagonista de tu vida. Toma conciencia hoy mismo y comienza diseñar tus propios genes de la felicidad,
Gracias por la información y el libro gratuito que me he descargado, me encanta!
He descubierto este blog recientemente y todo lo que voy leyendo me va abriendo nuevos mundos. Este tema de la epigenética no lo conocía y me ha hecho replantearme muchas cosas.
Gracias por compartir info tan reveladora!!!
Gracias Pablo, esa es la idea detrás del blog, compartir información que para mí también ha supuesto un descubrimiento.