ADRIANA SILVINA TESTA
Enojo: El último bastión a dominar para alcanzar la integración
ADRIANA SILVINA TESTA
- Qué es el enojo y qué efectos genera en nuestro campo energético.
- Cómo está bloqueando el enojo el proceso de muchísimos seres en proceso de despertar.
- Qué debemos comprender de nosotros mismos y de los seres que nos rodean para recobrar el dominio de nuestra realidad emocional interior.
Terapeuta y profesora en terapias holísticas
Especialista en bioenergía y coaching evolutivo. Hace más de 20 años que practico y enseño terapias holísticas como Reiki, Radiestesia, Cristales, técnicas de sanación con bioenergía y Flores de Bach.
He estudiado distintos tipos de medicinas naturales como ayurveda, medicina china, masaje terapéutico y aromaterapia, entre otros, pero hoy en día me especializo en acompañar a los seres en capacidad de despertar a comprender sus procesos de aprendizaje para avanzar en su crecimiento interno con el objetivo de alcanzar su mayor potencial de vida.
Esta entrada tiene 4 comentarios
Deja una respuesta
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.
Muchas gracias Adriana.
Hace tiempo que veo el potencial en los demás, pero he tardado en verlo en mí misma. Causalmente, ahora el otro casi que no me molesta – por así decirlo -. Quería compartirte una de las facetas de la situación y es, generalmente, cuando nos enojamos – sabiéndolo o no – estamos “encerrando” al otro en esa misma energía y le impedimos la oportunidad de cambiar; a eso, le llamo hacer magía negra en mis talleres. Ya sabes, como la historia de aquel hombre que atropelló a un perro por accidente y al que llaman desde entonces Mataperros…
Además, todos estamos aquí por ser parte de la gran obra cósmica y si no hubiesen “discordancias”, puede que no nos planteásemos preguntas… La comodidad nos pierde… Un abrazo
Quiero saber si puedo formarme con Adriana Testa. Escribo desde Colombia. Gracias
Gracias Adriana, ha venido a mi mente, la dificultad que tengo de comunicarme con mi hija mayor desde siempre, acentuado por mi divorcio traumático, si bien ya tiene 21 años y muchas veces veo en ella una herida perpetuamente abierta, que me rechista por todo y de forma desmesurada, hay días que me consuelo diciendo es su camino y su elecciòn, a veces me duele mucho cómo puede sentir hacia mí tanto odio y rencor.
Un abrazo,
Núria Camps
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS…Abrazo del corazón, Natacha.